Si
la vida resplandece
más
allá del espejismo
nace
del romanticismo
la
rosa que más florece.
Y
se os columpia y mece,
a
modo de verde hamaca,
mientras
una ninfa saca
de
azul pozo clara linfa,
y
tú, imitando a la ninfa,
me
mareas de albahaca.
Junio
2014
Anoche
cuando tu plancha
planchó
mi arruga modesta
mi
ser pobre fue a la fiesta
con
su sonrisa más ancha.
No
exhibía ni una mancha
de
mamoncillos traviesos,
pero
–borrachos los huesos
de
este erotismo sin prisa–
hoy
vuelvo con mi camisa
toda
manchada de besos.
¿Dónde
andas, tafetán
de
mi perdido pañuelo,
ese
pedazo de un cielo
que
se disfraza de holán?
¡Cuántas
tristezas habrán
sus
hilos, hoy, enjugado!;
en
el corazón flechado
por
un amor sin espina
se
posa una golondrina
con
olor a tu costado.
Tu
grandor tiene de todo:
tanto
tienes en tu medio
que
eres el mejor remedio
para
curarme a tu modo.
Donde
aposento mi lodo
llegas
como en linfa clara,
y
si el cielo aun no llegara
a
comprender mi quejido
tú
me envuelves al latido
que
mi invalidez ampara.
FELIPE
VI Y LETICIA
Ojalá
que el nuevo rey
rija
con buena visión,
no
la ley del corazón
que
éste no sabe de ley.
Desde
los días del buey,
de
la mula y de la oveja,
si
una mujer aconseja
siempre
rige la justicia
por
eso sé que Leticia
tiene
que morir de vieja.
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